A través de los años han habido múltiples procedimientos quirúrgicos para bajar de peso.
Se han ido seleccionando los que cumplen 3 requisitos básicos:
- Porcentaje de complicaciones bajo (menor del 0.1-0.2 %)
- Buenos resultados en la pérdida de peso y su persistencia en el tiempo
- Buena calidad de vida (el paciente no puede bajar de peso sufriendo o con síntomas digestivos molestos)
Se debe tener mucha precaución con los diferentes procedimientos nuevos que han ido apareciendo.
Un ejemplo de éstos es el llamado Mini Bypass Gástrico, que utiliza una técnica cuyo principio no es nuevo. En éste procedimiento se deja un estómago un poco más grande y la derivación digestiva realizada no excluye el paso de fluidos del intestino. Este líquido con ph alcalino, puede producir molestias digestivas, (gastritis y esofagitis), con secuelas que a mediano y largo plazo, pueden conducir a una re intervención para conversión a Bypass Gástrico convencional.
Por otro lado, el tamaño reducido del estómago es fundamental para tener sensación de llenura temprana, aspecto que no se cumple en esta técnica, lo que puede producir una re-ganancia de peso en corto tiempo.
Los defensores de esta técnica, aducen que es un procedimiento menos complejo y con menos índice de complicaciones.
Nuestra conclusión en el grupo de Cirugía para la Obesidad, es la siguiente:
- El porcentaje de complicaciones de los diferentes procedimientos está más directamente relacionado con la experiencia del grupo quirúrgico, que con el tipo de procedimiento
- No es justo ofrecer al paciente el procedimiento que más le convenga al cirujano, (menos tiempo e insumos a utilizar), sino el que más beneficie al paciente
Esta opinión la emitimos con base en nuestra experiencia, soportada en la evidencia clínica de la evolución de los pacientes intervenidos por nosotros a través de los años.
